Septiembre, mes de la Patria Azul y Blanco. Un año y medio después continúa la persecución, la cárcel y el crimen en mi país, enlutando a mi pueblo y aumentando el dolor de las madres que siguen reclamando justicia a la dictadura ORMU.
Nuevamente el Ejército y sus soldaditos de PLOMO saldrán a desfilar con sus tanques, sus armas de guerra, las mismas que aceitan para los paramilitares que junto a la Policía Familiar usan para reprimir a jóvenes estudiantes y campesinos.
Harán su Parada Militar frente a la tarima enflorada donde el monstruo de dos cabezas, la dictadura Ortega-Murillo, saludará a su guardia personal con su acostumbrado discurso gastado de Socialismo, Cristianismo y Solidaridad.
El gobierno ha ordenado cubrir el país con banderas azul y blanco, pero el pueblo seguirá invirtiendo nuestro escudo hasta el final de este ciclo de muerte y latrocinio, como símbolo de resistencia de la Rebelión del 18 de Abril del 2018 que marcó para siempre un antes y un después en la historia de la Nicaragua del siglo 21.
Conmemoraremos a los próceres de la Independencia y a los héroes de San Jacinto e igual que el patriota Andrés Castro seguiremos lanzando la piedra hacia el enemigo de una patria libre y feliz.
Mi país es una enorme herida abierta. Un volcán en permanente erupción.
Septiembre está teñido de sangre. Desde fuera de nuestra patria, pero jamás ausentes, cantaremos nuestro Himno Nacional con un torozón en la garganta pero con la seguridad de que volveremos pronto.
Luis Enrique Mejia Godoy
13 de septiembre 2019
Fotografías: (1 y 2) > porti_nicaragua (3) > fuente desconocida
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