Es mi madre quien escribe
este poema
son sus manos delgadas
amasadoras de maíz nesquizado
las que diseñan
y adoban con hierbabuena
achiote y manteca de cerdo
cada palabra acomodada
en el banco de la cocina.
Se seca las manos en el delantal
se acomoda un mechón de pelo
y sigue canturreando como si nada
sólo para ahuyentar la soledad
y surgen metáforas de sus manos santas
entre rajitas de canela y clavos de olor
que yo pepeno
para guardarlas
en mi corazón de niño
para cuando decida ser poeta.
Luis Enrique Mejía Godoy
2013
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