De nuevo Abril. Es la víspera de los aguaceros de mayo y la fertilidad de la tierra. Inevitablemente se nos llena la conciencia de vergüenza al recordar los sueños truncados, el futuro decapitado, las sonrisas eclipsadas, nuestro país teñido de la generosa sangre de los que salieron a las calles y en nombre de la patria pusieron el pecho para detener la ambición, el robo, la impunidad. Los jóvenes en Abril salvaron, de los oportunistas y ladrones, la bandera azul y blanco y rescataron nuestro himno nacional como legítimo canto. Como milpas, los huesos de nuestros muertos levantan sus nombres llenos de luz como auténticos profetas del pueblo. Que jamás su cenizas caigan en el profundo pozo de la indiferencia y el olvido.
De nuevo en Abril, las madres depositan su dolor frente al altar de la patria para excarcelar la esperanza. Nadie podrá impedir leer la verdad en el libro blanco que escribió el pueblo con mano firme para denunciar el crimen y el terror.
De nuevo Abril. No podrá la nostalgia y la melancolía de la luna de miel de los empresarios con el poder, empañar la mirada limpia de los que tercamente siguen luchando por rescatar las utopías y hacer posible la palabra libertad, prostituida por políticos corruptos.
A tres años de la Rebelión de Abril, a un año de la Pandemia, cuando faltan apenas siete meses para las cacareadas elecciones, el populismo disfrazado de izquierda y derecha, sigue navegando en aguas turbias, donde la única ideología es el dinero y el estilo irracional de gobernar; el cinismo y la arrogancia, donde el Patriarca, en su inevitable otoño, improvisa la falsificada y nacionalista historia con poemas mutilados y cantos desafinados, frente a una robotizada juventud del partido familiar que aplaude el guión escrito por la Señora de los Anillos. La terrible caricatura de una patria martirizada.
Abril es de nuevo hoy. La patria requiere de corazones y conciencias que jamás se anclen al pasado ni se llenen de odio, rencor y deseos de venganza. Abril debe ser justicia siempre. El autoritarismo, la violencia del régimen. Su corazón de piedra y su ceguera alimentada del fanatismo, solo podrá ser vencido y desterrado por la verdadera unidad del pueblo, por una oposición construida desde la ciudadanía que exige una legítima alianza por encima de los egos y los intereses personales y no con firmas de documentos con la antigua pretensión de los pactos y componendas.
No se trata de cambiar a un presidente, o como dice la pareja real, dar un golpe de estado al gobierno. Se trata de cambiar un sistema corrupto. No se trata de una lucha entre izquierda y derecha y viceversa, se trata de desterrar de una vez por todas el caudillismo y esta dictadura que ha sembrado tormentas y cosechado tempestades y que, pretende, con el favor de algunos, tener un aterrizaje suave y obligarnos a cohabitar con el que ha abusado de nuestro país intentando convertirlo en su finca, su hacienda, su feudo.
Abril es hoy, Domingo de Resurrección, y está marcado por la lucha cívica, valiente y nada fácil, encabezada por los jóvenes, para alcanzar la democracia, la justicia, la igualdad y la libertad de nuestro pueblo. Nadie puede quitarnos el derecho de luchar por nuestros sueños!
Patria libre y vivir!
Luis Enrique Mejía Godoy
Costa Rica, 4 de Abril, 2021
En tiempos de pandemia y exilio
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